Las cadenas nacionales -como muchas autonómicas- se han convertido en pozos sin fondo de inversión errática e inútil, al servicio de la propaganda del partido gobernante. Si comenzaron como instrumentos de Servicio Público en los años 60, poco queda ya de la
utilidad que pretendían y menos aún de su público
interés. En sus inicios, la falta de medios y de competencia podía disculpar la baja calidad de aquella pobre
tele en blanco y negro, donde los telediarios servían al Régimen y el bigote de Jose María Íñigo se meneaba en grises intentos de construir un periodismo visual cercano al entretenimiento. Total,
no había mucha alternativa... la
primera, la
segunda, la radio, la cama o escaparse a por tabaco. Nuestros padres se conformaban con ver el fútbol gratis, la chicha de las
vedettes y con que los niños se callaran unas horas viendo los "chiripitifláuticos". Años después nuestras cadenas -digo
nuestras cadenas de televisión- se enfrascaron en una guerra contra las nacientes cadenas privadas, compitiendo en el terreno del burdo entretenimiento incluso con monstruosas superproducciones, valga
Operación Triunfo como ejemplo. El objetivo era acaparar la inversión publicitaria de las grandes marcas, a costa de sacrificar el interés general a favor de la audiencia.
No importaba caer en lo hortera, porque si no lo hacía la 1, lo haría inmediatamente Tele 5. El exceso de lentejuelas y caspa en la 1 se compensaba con más y más documentales en la 2... España crecía, España iba bien.
Y llegó ZP... En primer lugar, le regaló una cadena muy verde
-la Sexta- a sus amigos del clan de la ceja. Luego, en la segunda legislatura, eliminó de un plumazo la publicidad en las cadenas nacionales: al loro.... lo que parece de buen recibo porque así funcionan la mayoría de cadenas públicas europeas -sin publicidad privada- llegó en un momento en que el
no-tonto-sino-bobo-pero-astuto presidente del gobierno necesitaba acallar la ira de las cadenas A3 y T5, celosas de las dádivas recibidas por la pujante Sexta de los amigos de ZP. En 2008, al acecho de las siguientes Elecciones, el PSOE tenía ya el control o el favor de la Sexta (pareja de hecho del diario Público) y de Cuatro (prima hermana del diario El País). Además, controlaba las televisiones autonómicas de sus respectivas Comunidades aún gobernadas, pero ya surgían los primeros roces con el pilar informativo de la Izquierda, el poderoso Grupo Prisa. La mordaza informativa llegó con una
bonita eliminación de la Publicidad en la Televisión Pública, en forma de lluvia de millones de publicidad que las marcas ya no podrían gastar en las cadenas nacionales, un pastel que se han repartido A3, T5, Cuatro, la Sexta y, por supuesto, las autonómicas mejor posicionadas, que casualmente son catalanas como el corazón del Señor de las Subvenciones. Como resultado,
TODAS las teles menos Intereconomía, Veo y algunas autonómicas, listas para favorecer al PSOE en las pasadas elecciones. Menos mal que la Crisis era tan gorda que no pudo ocultarse en los telediarios de ninguna cadena y el propio ZP se cavó su tumba con la negación del desastre. No voy a decir mucho sobre la manipulación de los informativos... basta comparar la respetable neutralidad y fina perspicacia del ex-presentador del informativo nocturno de la 1 -Vicente Vallés, ahora en los mediodías de A3- con la malicia del último presentador Xabier, quien todavía dispara con bala al próximo Presidente Rajoy a riesgo de jugarse su empleo, consciente de que ZP antes de salir de la Moncloa le dará un cómodo puesto de corresponsal en la ONU.
Yendo al balance general, el resultado es un
panorama televisivo patético, en un momento en que
la audiencia es mayor que nunca. Porque lo último que han hecho los españolitos antes de darse de narices con la realidad de la Crisis ha sido comprarse millones de pantallas de TV de plasma, LCD, LED y demás innovaciones. Una audiencia brutal, incrementada con cinco millones de parados, que gastan horas y horas al día en mantenerse "entretenidos" en casa, en lugar de prepararse mejorando su educación y cualificación profesional para competir mejor y recuperar su empleo. Así las cosas, hoy mismo disfrutamos -por obligación- el Puente de la Constitución: nueve días en los que se paraliza la actividad productiva del país justo cuando nos examinan con lupa los alemanes... Y la tele pública nos regala hoy al despertar en su interesantísima cadena (la 2) los siguientes temas: un
reportaje de alarma sobre la construcción de nuevos muelles en el puerto de Ibiza, que deben recibir los grandes cruceros de millonarios para los que no había amarre... pero que los ecologistas denuncian con 30 minutos de televisión gratuita por arrasar las algas del fondo del puerto que se llaman
posidonia (amiguitos, no se puede hacer una tortilla sin romper los huevos. ¿No queríais más turistas de dinero?); luego emiten una preciosa
promoción a favor de la campaña "Un Juguete, Una Sonrisa" por la que otra ONG -bien amparada- dice dedicar TODO lo recaudado a mandar muñecas y camiones de plástico a los niños de Marruecos y Senegal (es decir, que encargan y pagan a ciertas empresas juguetes nuevos, en lugar de dedicar su empeño a reciclar juguetes usados o, mejor aún, a llevar comida a los niños que mueren de hambre en Etiopía); más tarde, a media mañana emiten una
denuncia sobre la falta de paridad en el acceso a la enseñanza de las NIÑAS de los pueblecitos del Perú, que por
tradición machista aún aprenden en casa las denigrantes tareas de tejer y cocinar para sacar adelante a sus familias (porque claro, estarían mejor en la escuela aprendiendo la mitosis y otros conceptos más útiles en una aldea perdida en los Andes); cuando ya estoy absorto delante de la pantalla, aparece un
reportaje de denuncia sobre la ablación del clítoris en el África Sub-Sahariana (una de las muchas aberraciones que debemos repudiar activamente, pese a que los poderosos gobiernos del mundo no se atrevan a atajarla); y para terminar, tras esta programación digna de la cultivada Leyre Pajín en sus mejores momentos de inspiración, un
apasionante directo sobre la super-party que se dan nuestros políticos esta mañana para celebrar la Constitución...
¡¡ Cocktail de lujo y champagne para todos !! Bueno, sólo para 1.500 invitados: los Sres. Diputados -ya de vacaciones- y sus amiguetes, un buen recochineo para tantos televidentes empobrecidos monetaria y culturalmente.
Señores antiguos y nuevos gobernantes, tras las quejas ahí va la PROPUESTA: dediquen de una vez las cadenas públicas a la
INFORMACIÓN neutral, a la
CULTURA útil y al
PROGRESO común. Si además pueden promocionar los
valores de un país llamado España, mejor, porque necesitamos tomar conciencia de nuestro enorme potencial y, además, hay millones de extranjeros viendo nuestros programas. Ya está bien de gastar horas de programación en causas sociales perdidas en lugares remotos, en denuncias contra el progreso inevitable y necesario de nuestras propias infraestructuras, en la justificación mediática de iniciativas estúpidas y ocurrencias zapateriles.... Dennos en TV más cursos de inglés y alemán, y menos reportajes sobre las gacelas de Swazilandia; más cursos de orientación profesional para los estudiantes y menos lamentaciones sobre la falta de juguetes para niños del Tercer Mundo que, o bien SE MUEREN DE HAMBRE A MILES CADA DÍA por la inacción de los políticos o, lamentablemente, deben aprender simples oficios para ayudar a sus familias. Desde la
caja tonta -que pagamos entre todos- podrían ayudar a muchos españoles a manejarse en las nuevas tecnologías, a adoptar hábitos más saludables y deportivos, a mejorar su CV o cumplimentar los cada vez más complejos formularios de Hacienda... incluso podrían animarnos a emprender un negocio con series prácticas que repasen los oficios y las iniciativas de las PYMES o el ejemplo emprendedor de nuestros empresarios más consolidados. Aprovechen el innegable poder de 5 canales de televisión -contando Teledeporte y el Canal Internacional- para fomentar de nuevo la cultura del esfuerzo y el valor de lo español. No me cuenten desde la cadena estatal que el nuevo puerto de Ibiza -aprobado por los dirigentes de la Comunidad y del Estado- va a destrozar el medio ambiente y el turismo en la isla. Y sobre todo, no se lo cuenten a los televidentes extranjeros desde la propia Televisión Española, hundiendo como imbéciles nuestro propio barco... ¿O van a seguir luchando en nuestra TV nacional
los de antes contra
los próximos hasta el día de la Investidura? Y de paso, se me ocurre que
devuelvan la publicidad a las cadenas estatales, pero en forma de apoyo a los emprendedores: por ejemplo, una tarifa "patriótica" para emitir anuncios al 10% de su coste para las empresas emergentes y descuentos razonables del 20% en las campañas publicitarias para grandes compañías que contraten desempleados.
Les aseguro que estamos dispuestos a ver anuncios de nuevo en la 1, en la 2, en 24horas y en Teledeporte, si ayudan a generar EMPLEO. ¿O nadie ha pensado en algo tan sencillo? La Publicidad bien hecha no molesta tanto, no supondría tanta competencia para las cadenas privadas y estaría justificada para incentivar el despegue de nuevas empresas.
Ah, mejor apaguen las cámaras cuando empiece a circular el champagne en su fiestecita del Congreso, que eso ya huele y duele. Tengo que dejarlo aquí, empieza en la 2 el documental sobre la reproducción del estornino azul.
Por fin llegó el día que llevo esperando casi 8 años: no es la llegada de Rajoy a la Presidencia del Gobierno, porque la sensatez y la imposición de la lógica no necesitan aplauso alguno. Se trata del fin del aquelarre político que originó la figura del Impresentable, 
