martes, 25 de marzo de 2014

¿ QUIÉN FUE ADOLFO SUAREZ ?

Para los que tenéis menos de 40 años, la figura de Adolfo Suárez es difícil de comprender, imposible definir en su justo valor. Para no entrar aquí en parrafadas y aburridos homenajes, podemos recodar a una figura similar que desempeñó siglos atrás un papel semejante en la historia o historieta universal: el viejo Noé… un visionario quien, ante la llegada de un diluvio aniquilador, se puso manos a la obra para construir un arca en el que embarcó a todas las especies del planeta, salvando el futuro a costa de recibir burlas y palos de todo el mundo.
Ese papel es el que interpretó Adolfo Suárez, como esquirol de la dictadura y presidente del Gobierno por decisión del Rey en sus tiempos de lucidez. Así, tuvo que enfrentarse a una mayoría encabronada en los años pre-constitucionales y concibió la Democracia como el bonito amanecer que las siguientes generaciones ahora disfrutamos. Recordemos la historia: Noé construyó su arca ante la mirada atónita y los abucheos de los lugareños, metió ejemplares de TODOS los animales vivos… "pero Noé, ¿también las serpientes y las cucarachas?"… y dijo Noé "todos deben entrar porque todos son criaturas de Dios"… y Suárez, a su vez, apaciguó a los militares, legalizó al Partido Comunista y abrió paso a la Constitución. Cuando el 23-F desató el diluvio en España, los guardias civiles entraron en el Congreso y sólo Él permaneció firme en su escaño mientras los demás diputados se escondían al son de las metralletas. Rayos y truenos, olas de cien metros, pero Noé permaneció al frente de la nave. Y cuando las aguas se calmaron, aún salieron a flote las rencillas, envidias y traiciones de sus propios compañeros de viaje a los que había salvado... pero este líder supo tomar la decisión más honrosa, la que muchos de nuestros actuales dirigentes deberían tomar "no mañana, sino hoy mismo": DIMITIR. Porque una retirada a tiempo es una victoria. Ahora tenemos algo parecido a una Democracia en la que ya no quedan políticos con honor, pero a los que todavía podemos mandar a su casa con un voto en una urna. Éste fue el logro de Adolfo Suárez y todavía no le hemos dado las gracias.

La cantada del acto de presentación del partido CIUDADANOS en Madrid

Tenía curiosidad por ver en directo y en persona a Albert Rivera, uno de los pocos políticos prometedores del panorama, muy apreciado en las tertulias y foros por su discurso sereno y por aquella valiente campaña de lanzamiento de CIUDADANOS en Cataluña, posando en pelota picada porque los españoles allí no tenemos nada que esconder ni nada de lo que avergonzarnos. En esta ocasión, un poco a contrapié por tratarse de las Elecciones al Parlamento Europeo, CIUDADANOS se presentaba discretamente en el triste Hotel Auditorio junto a Barajas en un acto con mil simpatizantes y una puesta en escena bastante televisiva, retransmitida y tuiteada al ciberespacio político nacional.
Estuvo muy grande mi apreciado abogado Javier Nart, cabeza de lista para Europa: "estoy aquí porque estoy harto", "la Marca España para los europeos significa nuestra Corrupción", "soy lo que soy y me conocéis bien"... Estuvo fantástico y locuaz Albert Rivera: "queremos emocionar desde la razón", "las dos Españas no existen", "Dimisión no es una palabra rusa", "ni izquierda ni derecha sino hacia adelante", "ya están pactando los dos grandes partidos para blindar la decadencia del sistema", "frente a los inmovilistas del PP-PSOE y a los separatistas, llegamos los Ciudadanos"... OK, no está nada mal para el futuro presidente del Gobierno (quizá dentro de 15 años) y para un equipo joven pero bien ilustrado. Pero el acto tornó en chirigota por la pedantería del presentador (ese blandito barbudillo consorte de Susana Griso en A3) y por la desfachatez de interpretar en vivo con una coral de 20 individuos el himno español -con letra de Sabina- cantando "Ciu-da-da-nos, ciu-da-da-nos, chunda, chunda"... lo que no fue sólo una interpretación musical patética de nuestro noble himno, sino que sobre todo fue un gravísimo ERROR DE ESTRATEGIA; porque ese Himno ya es una enseña de todos los españoles, todavía es terreno pantanoso (si no tiene letra aún es por algo) y ningún partido debe ponerle SU MARCA. Nuestro himno nacional no se canta, no, pero quizá por eso nos encaja en cualquier situación, igual sirve para un funeral que para un partido de la Selección. Una cosa es que ya hubiera asumido el pueblo esa letra con esas palabras propuestas desinteresadamente por Joaquín Sabina que dice "Ciudadanos, ciudadanos" y otra cosa muy diferente fue esta apropiación indebida en la que le pegaron con fines electorales la letra y el logotipo de este nuevo partido político, tan anaranjado y tan CIUDADANO. Imaginemos que en un acto del PP o PSOE se cantara sobre nuestro himno... "Ru-ba-lca-ba, Zapatero y Chacón, molan mogollóóóóóón" o bien "Po-pu-la-res, Rajoy y Cospedal, son de lo más geniaaaaaaaal"... Cantaría la traviata ¿no?.

Yo, sinceramente, me levanté y me fui. No estoy ya para pantomimas ni horteradas. Si quieren una sintonía CIUDADANA, que la encarguen a un compositor. Precísamente, porque estos impulsivos novatos a menudo le recriminan a los catalanistas y los fachas populares que se se embocen en la señera y en la bandera nacional... Conclusión, amigos CIUDADANOS: tenéis fundamento, un buen punto de partida en el ánimo actual de los españoles y brillantes candidatos, pero asesores tan malos como lo fueron Bernardino para ZP o el marido de Villalobos para el PP. Y por cierto, los spots para la campaña europea que habéis proyectado son francamente mejorables. De nada.