Lo de las últimas Elecciones Autonómicas es muy simple: los últimos de la clase se han presentado al examen democrático y han aprobado por los pelos. No son malas notas... ni para Andalucía ni para Asturias; ni para el PP ni para el PSOE; incluso Izquierda Unida ha sacado notable. No es para tirarse de los pelos ni para cantar de alegría. Es lo que tenía que pasar.
En cuanto a los andaluces, podemos concluir que los repetidores y los rezagados de España por fin han hecho sus deberes. No podíamos esperar mucho más: es la Comunidad con mayor índice de analfabetismo, fracaso escolar, corrupción y paro. Así les luce el pelo, a la mayoría. Pero el Partido Popular ha ganado por primera vez allí abajo y le ha levantado 3 diputados al PSOE, que ha perdido otros 6 a favor de IU. El desastre, por mucho que lo quieran maquillar, ha sido para el PSOE. Su único éxito, la estrategia de retrasar la fecha para evitar el castigo a ZP, que hubiera significado la mayoría absoluta que anhelaba el PP. La abstención ha perjudicado a los grandes por igual. Era previsible: en tierra de olivos no se toman las cosas tan en serio como en nuestra jungla de asfalto, puedo jurarlo porque mi familia es andaluza y he pasado largas temporadas allí. Javier Arenas ha sido prudente, demasiado porque se creyó vencedor (los muy informados dicen que fue cosa del asesor de Rajoy, Mr. Pedro Arriola). En cualquier caso, no debió rehusar el debate en Canal Sur y, por supuesto, le faltó garra en la campaña: fue de "manso" en todo, menos en lapidar la corrupción... poco útil porque casi cualquier "andalú" firmaría "encantáo" si le pusieran un ERE al alcance. Arenas, al fin y al cabo, lo ha hecho al más puro estilo Rajoy: ha dado un ejemplo de seriedad, que falta hace en esa preciosa tierra de caciques y bandoleros, pero se ha quedado con un palmo de narices. Hará bien en seguir pilotando la oposición y buscar un relevo con carisma para triunfar en 2016. Andalucía mejora despacito y el cambio definitivo se verá en la próxima convocatoria. Mientras, veremos si la izquierda sigue robándole el bocata a sus compañeros...
En Asturias ha sido aún más sencillo. Una riña de patio de colegio se ha resuelto con un par de sopapos, para PP y PSOE, mientras los mirones se llevaban las chuches. De críos... pero pasa todavía en todas las democracias cuando las minorías ganadoras no pueden gobernar por las matemáticas parlamentarias. El bravucón de la clase tendrá que ser elegido de nuevo para comandar al resto de los críos.
Y toda la bromita nos cuesta otro riñón.
Tal como se suele decir, han salido las notas y España progresa adecuadamente. Ya podemos volver a mirar al profesor y hincar los codos. Hay exámenes a la vista y media España pretende hacer "pellas" el jueves. De risa. Allá ellos, uno se larga a empollar un rato.
